Huella hídrica del agua

¿Qué es la huella hídrica?

La huella hídrica se puede definir como el consumo de agua dulce propio de algún producto en su elaboración, de algún servicio o actividad en su ejecución, o de incluso una compañía o empresa en un determinado período de tiempo.

Así, por ejemplo, la huella hídrica de 1 kilogramo de carne de res son 13000 litros de agua, pues se necesita esta cantidad de agua para producir dicho producto. Yendo desde la cantidad de agua utilizada para hacer crecer la comida de la vaca, hasta el agua utilizada para lavar la carne.

Otro ejemplo es la huella hídrica de un automóvil promedio, la cual es de 180000 litros de agua. Esta cantidad de agua dulce comprende el uso de agua desde la extracción de los metales necesarios para el vehículo, y el agua consumida en su posterior ensamblaje y limpieza.

Poniendo claros estos ejemplos, podemos entender que la huella hídrica es también una medida que refleja muy bien la apropiación por parte de nosotros, seres humanos, de determinados volúmenes de agua, que después utilizaremos para una u otra actividad.

La medida de la huella hídrica puede ser, igualmente, utilizada para establecer la cantidad de agua consumida por un país en determinada actividad, como por ejemplo la agricultura, o también para determinar la cantidad de agua que se consume de una cuenca de agua o un cuerpo acuífero en específico, por ejemplo, un río.

¿Cómo se origina huella hídrica?

Este concepto nace como una idea de Arjen Hoekstra, un profesor neerlandés de la universidad de Twente, Países Bajos.

Surge como fruto de la necesidad de reconocer la influencia que tienen las actividades humanas, en general, en el consumo del agua; un recurso que con el paso del tiempo ha empezado a escasear de manera preocupante en diversos lugares del mundo y que también ha sido constantemente contaminado gracias a las actividades industriales que el ser humano ha impulsado de sobremanera en los últimos 50 años.

¿Cómo se clasifica la huella hídrica?

Existen dos tipos de consumo del agua:

El consumo directo y el consumo indirecto

El consumo directo es el volumen de agua consumido directamente por el individuo ya sea en un producto o en la realización de una actividad, y el consumo indirecto es la sumatoria de las huellas hídricas de todos los productos consumidos indirectamente o de las actividades realizadas.

Un ejemplo es el vino. Si un individuo se toma 1/4 de litro, este es el consumo directo; mientras que el consumo indirecto serían los 225 litros, aproximados, que se utilizaron en la cosecha de las uvas, su transporte y demás.

Existen 3 tipos distintos de huellas hídricas:

La huella hídrica verde: Definida como el volumen de agua que es consumido en los procesos de producción agrícola, arborícola y de horticultura. Hace referencia al total de agua absorbida por los cultivos, las hortalizas y la madera producida, que en parte regresa a la atmósfera mediante evapotranspiración y en parte se queda en el producto final.

La huella hídrica azul: Se define como el volumen de agua obtenido de un acuífero superficial o subterráneo y que no vuelve a su lugar de origen; pues esta agua es utilizada para la producción de un bien o servicio, o se capta y se utiliza en alguna actividad, doméstica, por ejemplo.

La huella hídrica gris: Es definida como el volumen de agua necesario para que el medio ambiente absorba los contaminantes que se generan tras la producción de un producto o un servicio.

¿Qué la hace importante?

El hombre desde tiempos remotos influye impositivamente en el equilibrio natural del planeta, ya que generalmente ha realizado un mal manejo de los recursos naturales. Este mal manejo se ha visto acrecentado, lamentablemente, por las medidas políticas y económicas tomadas en los últimos años que han incrementado las ya contaminantes actividades industriales de forma alarmante.

Tras la caída de la Unión Soviética en el año 1991, el mundo ha vivido una época de globalización, en la que el mercado mundial ha experimentado en general una gran apertura a las empresas multinacionales o transnacionales, lo cual también ha facilitado tratos y procesos económicos entre naciones, pero ha devenido en un aumento exponencial y exagerado del consumo de materias primas y recursos naturales para alimentar la demanda del mercado mundial.

Además del aumento de los procesos industriales, que en muchos casos no integran medidas para favorecer y reducir al mínimo su impacto al medio ambiente, ha ocurrido un fenómeno de “exteriorización” de la huella hídrica. Esta “exteriorización” se debe a que una gran cantidad de países han empezado a importar masivamente productos, comúnmente agrícolas, que tienen una media y alta demanda de huella hídrica, desde otros países exportadores. Desde el punto de vista de los países exportadores, generalmente países del tercer mundo, esto se traduce en un aumento impositivo del consumo de agua propio, resultando así en una medida contraproducente, pues en la gran mayoría de los casos estos países no tienen los medios para garantizar una correcta conservación y administración del agua, resultando esto en problemas como escasez de agua potable para la población, entre otros.

Al ser la medida de la huella hídrica un claro reflejo del consumo de agua que realizamos nosotros los seres humanos, y viendo el impacto que llegamos a tener sobre la naturaleza, la huella hídrica nos permite tomar conciencia de nuestro rol individual en la conservación de nuestro medioambiente y cómo podemos influir sobre nuestra comunidad para cuidar uno de nuestros recursos más preciados, el agua.

Llamado a tomar consciencia

Debemos todos entender la necesidad y vital importancia de los recursos naturales en nuestro diario vivir. Imaginarnos un día sin tener acceso al agua es casi impensable, por esto mismo debemos cuidar este importante recurso que tanta relevancia tiene en nuestras vidas y que es una de las materias primas de prácticamente todo lo que compone nuestra cotidianidad, desde nuestra comida, hasta nuestra ropa. Desde Fibras y Normas de Colombia S.A.S. los invitamos a tomar una postura crítica ante el consumo de agua para que favorezca el cuidado de nuestro medioambiente; así los invitamos a consumir el agua con mesura, teniendo en cuenta que entre más reducida mantengamos nuestra huella hídrica, un mayor bien le haremos al planeta.